La música popular argentina no recuerda muchos casos de un ascenso tan fulminante como el que emprendió Miranda! hace una década. De un espacio completamente alternativo, en apenas unos meses, el cuarteto pasaba a invadir los medios de comunicación masivos y se hacía abonado de lujo al prime time (horario central de la televisión).
“Es un solo… ¡Es la guitarra de Lolo!” (Don), se convertía en el latiguillo preferido de todo un pueblo y le adosaba al grupo la credencial de artista masivo. Entre brillantina y cotillón, Miranda! se erigía en la banda de sonido definitiva del nuevo milenio.
Este año, el combo festeja su décimo aniversario y, habiendo atenuado la batalla de egos que casi lo convierte en historia, se prepara para sacudir la modorra con su nuevo disco, Magistral. Un buen momento para que Ale Sergi deshoje la margarita, analice su trayecto y nos revele los secretos de su música para las masas… finas.
¿Cuál crees que fue el factor determinante para que Miranda! se convierta en un grupo popular?
Lo primero, las canciones. Pero, realmente, la gente se acercó porque éramos un signo de los tiempos, algo que alguien quería ver. Eramos una combinación de todos los grupos que nos gustaban. Veníamos de una escena donde estaban Baccarat, Leo García, Adicta y muchísimos grupos que nos encantaban, y tomamos elementos de ellos, pero no nos parecíamos a ellos. También, colaboró el pase a las ligas mayores de Babasónicos y, sin ser parecidos, veníamos de hacer el mismo circuito. Eso nos ayudó a vender shows
en restaurantes de Puerto Madero, porque ya no podían pagar a Babasónicos y nos llevaban a nosotros.
Sin embargo, tanto Babasónicos como Adicta, siempre intentaron despegarse del “fenómeno Miranda!”...
Más allá de las críticas, nosotros tuvimos el coraje de llevar nuestra música a la televisión. La diferencia que Miranda! hace con respecto a estos grupos es que no se avergüenza del éxito, muy por el contrario. No tenemos el prejuicio de que la popularidad puede llegar a matar a la creatividad. Hacemos música para todo el mundo y no para gente cool. Prefiero ser un grupo popular que toca en carnavales. Le pese a quien le pese, me parece que ocupamos un espacio y hemos tomado elementos de muchísimos grupos que hay aquí. Como, también, detrás de nosotros han aparecido otros grupos y no siento que nos robaron. Después de Babasónicos, había muchos grupos como Los Látigos, Capri, y nos tocó a nosotros. Y después de nosotros está Nerdkids, Azafata, Tan Biónica… Yo tengo buena onda con todos y, a pesar de que tocamos distinta música, seguro que tenemos los mismos discos en casa. Hay una comunión. Me siento más cercano a todos estos
grupos que a La Renga.
¿Coincidís con ese pensamiento de que ustedes ingresaron como una alternativa al rock barrial?
Creo que Miranda! hubiera tenido la misma carrera, más allá de Cromañón y del rock barrial. Lo de Cromañón fue una cagada de la que todos nos tenemos que hacer cargo porque, si bien esa noche tocaba Callejeros, nosotros habíamos tocado hacía dos meses ahí. Pero, qué se yo… A la gente que nos viene a ver no se le ocurre tirar bengalas. Hay una parte del rock argentino que no quiere contradecir a su público y hace una suerte de comunión futbolera más que musical.
¿Te incomodaba que los tilden de grupo homosexual?
Es más fácil decir “el grupo icono gay” que decir “el grupo que no es gay pero que no juega al fútbol, le gusta Britney Spears y le gusta maquillarse”. Son los casilleros en los que te van a meter, quieras o no. A pesar de que no somos gay, nunca me incomodó el asunto. Me parece divertido porque tocamos música bailable, de discoteque, que está íntimamente ligada a la cultura gay. No es tan problemático. Charly García, Prince o Madonna han sido bastante controversiales en cuanto a su sexualidad, y ésos son los artistas que me gustan.
¿Te resulta simpático que se los emparente con Pimpinela?
Lo de Pimpinela se fue dando como un chiste. A partir de que los conocí, indagué un poco más en su obra, y descubrí que tienen piezas que son magistrales. Hay momentos de Pimpinela que me parecen increíbles. Y pienso que es en el concierto cuando alcanzan su esplendor total. Soy fanático de Joaquín (Galán), me encanta su manera de cantar como si no cantara. Y Lucía es un monstruo, es increíble, tiene mucha energía y es una divina… A mí, me cae bien que nos reconozcan como los nuevos Pimpinela.
Durante los últimos meses, corrió un fuerte rumor de que Miranda! se separaba, y que vos te lanzabas de manera solista…
En caso de que la salud mental de todos nos lo permita, quiero mantener al grupo unido. En primer lugar, porque me gustan los grupos . Y en segundo término, porque este grupo me deja hacer lo que yo quiero. Lo que pasa es que necesito de los chicos, prefiero apoyarme en ellos. No pensé nunca en separar al grupo, lo que sí pensé es en tomarnos un tiempito. Obvio que hemos tenido épocas donde estábamos de los pelos… No fue fácil para nadie lo que nos pasó, que nos conozca todo el mundo y que se te suban los egos. Además, está todo bien, pero Miranda! siempre fue “mi” grupo. Yo llamé por teléfono a los chicos, yo fui a buscar los primeros shows y yo pagué el taxi para ir. Me acuerdo que les dije: “Chicos, ustedes acompáñenme. Si no quieren venir, me avisan con tiempo. Pero, vengan y vamos a ver qué pasa”. Y bueno, acá estamos.
Miranda! Demostró que aunque han pasado diez años desde su primer disco siguen siendo grandes exponentes del pop argentino. El pasado 13 de noviembre inundaron de buena música las instalaciones del teatro opera citi.
